En parapsicología se define la Clarividencia como una forma de PES en la que la persona que lo experimenta percibe de forma paranormal objetos, individuos o sucesos en el momento presente y sin que exista ningún agente psíquico exterior. Es decir, es capaz de percibir cosas ocultas a la visión ordinaria, o saber lo que le está ocurriendo a alguien que se encuentra lejos.
Separar los fenómenos de la Percepción Extrasensorial (PES) es una tarea ardua y dificultosa. La PES contiene una serie de fenómenos que a veces pueden manifestarse conjuntamente llegando a ser sumamente complicado diferenciar unos de otros cuando ocurren de forma espontánea. Podríamos decir que la PES estudia tres fenómenos principales que son harto "conocidos" por todos. Estos son: Telepatía, Clarividencia y Precognición. En esta ocasión centraremos nuestra atención en la clarividencia.
En parapsicología se define la Clarividencia como una forma de PES en la que la persona que lo experimenta percibe de forma paranormal objetos, personas o sucesos en el momento presente y sin que exista ningún agente psíquico exterior. Es decir, la persona es capaz de percibir cosas que, por ejemplo, se encuentren ocultas a la visión ordinaria, o conocer lo que le está ocurriendo a una persona que se encuentre lejos en ese instante. Pero como ya dije antes, es difícil esclarecer dónde termina un caso de Telepatía y comienza la Clarividencia, o cualquier otro fenómeno de la Percepción Extra Sensorial.
Muchos de los fenómenos clarividentes pueden ocurrir durante el sueño. En estos casos el sujeto ve las escenas con una claridad fotográfica. A esta modalidad se le conoce con el denominativo de Clarividencia onírica. Pero no se descarta en este tipo de fenómenos la posibilidad de que se trate de una captación telepática inconsciente e incluso de una precognición onírica. Sin embargo, en los momentos de vigilia no es frecuente que la persona obtenga una visión consciente tan clara como las del sueño, a no ser de que sea un buen sensitivo. Esto es debido a que en esos momentos del sueño nuestra mente se encuentra liberada del filtro del raciocinio consciente, y en un estado de baja frecuencia cerebral. Pero el fenómeno de la Clarividencia no sucede sólo durante el sueño. Cualquier momento y circunstancia puede ser el detonante, no sólo para este fenómeno, sino para cualquier otro. Así, vemos que son muchos los casos de niños que dicen ver, oír o sentir cosas que nosotros los adultos no podemos percibir y entonces se les acusa de fantasiosos, aunque no siempre es así. Por otro lado, aquel que los tenga en casa podrá comprobarlo, los animales parecen tener una capacidad especial de PES sobre las cosas y personas. Esto demuestra que el fenómeno no es propio del ser humano, ni es invención nuestra, aunque sea improbable científicamente, por ahora.
Un aspecto peculiar de los fenómenos de la PES es que en este tipo de casos demuestran ser totalmente independientes del factor espacio tiempo. La persona que vive una experiencia de clarividencia no sabe si el hecho que llega a su mente consciente ya ha sucedido o no. Esto suele ocurrir en aquellos acontecimientos distantes. Es decir, no existe una escala temporal que marque la experiencia como un hecho pasado, presente o futuro.
Otro de los aspectos, quizá uno de los más importantes, es aquel en que algunas formas de PES son confundidas con los llamados impulsos básicos de inducción. Según J. B. Rhine, "si el sujeto está despierto, puede filtrarse la idea más sencilla y esencial, ya parcial o completamente, sin elaboración alguna. Es sólo un simple impulso o un temor elemental, o un pensamiento telegráficamente breve. Es el tipo de experiencia conocida como Intuición" (1). Muchas personas creen poseer "dones especiales" cuando denotan una fuerte Intuición, aunque si bien habría que dejar claro que la Intuición es, a veces, una especie de Clarividencia inducida por un estado impulsivo de nuestro instinto que se nos manifiesta como una especial Intuición.
En los comienzos de los estudios serios de los fenómenos paranormales, a la Clarividencia se la conocía más comúnmente con el nombre de Metagnomía, pero con el paso del tiempo se le ha dejado el nombre que usaban los antiguos magnetizadores y que seguimos llamando Clarividencia.
Thelma Moss, gran investigadora y divulgadora de los fenómenos paranormales, enfoca este fenómeno como una variante de la biocomunicación y lo compara con el hecho de estar viendo una pantalla de televisión sin haber nadie al otro lado, "puede vincularse con la cámara de televisión que los astronautas han puesto en la superficie de la Luna y de Marte. Aunque allí no haya nadie, podemos recibir información sobre lo que allí sucede con sólo mirar la pantalla del receptor" (2).
Divisiones de la clarividencia Hemos visto que la clarividencia no es un fenómeno totalmente aislado, sino que se da normalmente acompañada con otros fenómenos de conocimiento. Pero la clarividencia tiene sus variantes. Veámoslas:
AUTOSCOPIA.- Es una facultad clarividente que permite ver los propios órganos viscerales o bien localizar en el propio cuerpo cualquier alteración de carácter patológico.
CRIPTOSCOPIA.- Es la facultad de percibir el contenido de un recinto cerrado (una caja, una maleta, una habitación, etc.).
HIALOSCOPIA.- La mente capta una serie de informaciones interactivas sobre la naturaleza de los objetos.
PSICOSCOPIA.- La mente percibe información relativa a través de un objeto sobre su propietario o sucesos vinculados al mismo.
HETEROSCOPIA.- Es igual que la autoscopía, sólo que en este caso el sujeto ve las vísceras de otras personas. También llamada Xenoscopía.
PSICODIAGNOSIS.- También llamada paradiagnosis. Es la capacidad clarividente de diagnosticar y localizar una alteración física.
RADIESTESIA.- El dotado provisto de un péndulo o de una varilla localiza manantiales subterráneos, objetos y personas perdidas.
TELERRADIESTESIA.- Igual que la radiestesia, pero no en el propio lugar, sino usando planos y mapas del lugar.
TELERRADIEDIAGNOSIS.- Igual que la radiestesia, pero usando una foto o un atlas anatómico para detectar enfermedades en el sujeto.
RADIEDIAGNOSIS.- Igual que la telerradiediagnosis, pero en vez de usar una fotografía, se usa el método sobre la propia persona. Un caso de clarividencia investigado por William James "En 1898, la señorita Bertha Huse, de New Hampshire, desapareció súbitamente sin dejar rastros. Más de cien hombres recorrieron en su busca los montes cercanos y el lago durante dos días, pero todo fue en vano. A la noche siguiente, una mujer llamada Titus, que vivía en una aldea vecina, alarmó a su marido emitiendo extraños sonidos mientras dormitaba después de cenar. Al hombre le costó mucho trabajo despertarla; y cuando al fin lo logró, la mujer se puso muy airada, porque si la hubiesen dejado en paz, pensaba que «habría encontrado el cadáver». Le pidió al marido que no volviese a despertarla si lograba retomar su sueño, aunque emitiese los más raros sonidos mientras dormía. Esa noche, según cuenta William James, «El señor Titus fue despertado por los gritos de su mujer. Se tiró de la cama, encendió una lámpara y esperó, obedeciendo así las instrucciones que ella le había impartido. La mujer, durante el intervalo siguiente, aunque seguía dormida, le habló en estos términos: "La señorita Huse siguió el camino que lleva al puente; pero cuando estaba cruzándolo, tropezó con una madera cubierta de hielo y, resbalando sobre ella, cayó hacia atrás, quedando atrapada en la base del puente. La encontraréis allí con la cabeza en el agua. Sólo podréis ver una de sus botas de goma, que se proyecta fuera de la base del puente.» A la mañana siguiente, el señor Titus reunió a un grupo de personas con el fin de investigar y todos ellos encontraron el cadáver, que se hallaba exactamente en la posición descrita por la señora de Titus durante su estado de trance." (2) No sabemos qué mecanismos exactos actúan en nuestra mente para que los fenómenos como este sucedan, algunas veces de forma totalmente consciente, y sean capaces de ayudar al prójimo. Esta será la siguiente faceta que el ser humano debe presentarse como una posibilidad al progreso de nuestras posibilidades.
NOTAS (1) El nuevo mundo de la mente. J. B. Rhine. Barcelona, 1982. (2) Las probabilidades de lo imposible. Thelma Moss. Barcelona, 1976.
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