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jueves, 8 de enero de 2009

ABRIRSE A LA PROSPERIDAD - Louise L. Hay





Compartimos con ustedes algunos de los extraordinarios consejos de Louise L. Hay en su libro “Abrirse a la Prosperidad”:



Para dejar entrar a la prosperidad debemos hacer el gesto simbólico de abrir los brazos y repetir: “Estoy abierto y receptivo a todo lo bueno”, no a un poquito, no sólo a algo, sino a TODO lo bueno. Cuando hacemos un gesto así, el universo lo nota.



Hay gente que piensa que la prosperidad es sólo el dinero, pero existen muchas otras cosas que son también prosperidad: el tiempo, el amor, el éxito, la alegría, la comodidad, la belleza, la sabiduría, la buena salud,...y el dinero. Si andamos siempre corriendo, con prisas, somos pobres de tiempo. Pero si te sientes con todo el tiempo del mundo, entonces sucede que eres próspero en tiempo. ¿Y qué decimos del éxito? Si crees que lo tienes fuera de tu alcance, entonces no lo vas a alcanzar jamás. Pero si piensas que puedes tener éxito, signifique lo que signifique eso para ti, entonces eso es fabuloso, eso es prosperidad.



¿Cuántos de ustedes son prósperos en comodidades? y ¿en sabiduría? ¿O piensan, “Ah, pobre de mí, yo no sé mucho, no sé solucionar nada”? Si piensas que estás verdaderamente conectado con el universo y confías en esa parte tuya que está en tu interior, puedes ser absolutamente próspero en la abundancia de sabiduría.



¿Y respecto del amor? ¿Sientes que hay abundancia de amor en tu vida? ¿O eres muy pobre en amor? Y en alegría ¿Sólo te permites un poco de vez en cuando? ¿Ves belleza en todas partes? ¿Te permites experimentar una abundancia de belleza? Y la salud, ¿eres pobre en salud? Y el dinero, ¿cuánto te permites tener? ¿Eres pobre de dinero o lo tienes en abundancia?



Imagínate junto al mar con un recipiente en la mano. ¿Cómo es el recipiente? ¿Es un dedal con un agujero? ¿Es una taza toda cascada? ¿Es una jarra? ¿Es una jarra de cuarto de litro, un balde o una bañera? SEA CUAL SEA EL RECIPIENTE QUE USEMOS, POR MUCHO QUE EXTRAIGAMOS DEL OCÉANO DE LA VIDA, AÚN CUANDO ESTEMOS TODOS ALLÍ SACANDO, NADIE LE QUITA NADA A NADIE, HAY ABUNDANCIA PARA TODOS, POR MUCHO QUE SAQUEMOS DE ALLÍ, NO SE VA A AGOTAR, NO SE VA A SECAR ESE OCÉANO. Si pueden verse allí ante el océano de la vida de esa manera, recuerden que el recipiente que usan es SU CONCIENCIA. Lo que escogemos pensar y creer acerca de la prosperidad y de nuestra capacidad para merecerla es lo que nos la va a crear.



Cuando no tenemos algo que deseamos, se debe a que en algún plano de la conciencia no nos permitimos aceptarlo. Lo que damos se nos devuelve, de manera que si somos mezquinos con la vida, la vida será mezquina con nosotros. Si le robamos a la vida, la vida nos robará. Si respetamos los derechos de los demás, sin atropellar la vida ajena, sin envidias, evitaremos pensar en términos de pobreza. Es cierto que hay gente que tiene muy poco, pero eso no tiene nada que ver con la cantidad de riqueza que hay. Es por falta de conciencia, de amor. Y debemos dar, dar amor y ayudar a los demás para pensar en prosperidad.



Aquello en lo que nos concentremos se multiplica. No te concentres en las deudas, carencias, facturas y cosas negativas, porque eso será lo que aumente. Si nos concentramos en las facturas como en enemigas, entonces serán enemigas. Las facturas son algo maravilloso, significan que alguien ha confiado en nosotros lo suficiente para hacernos un servicio o entregarnos un producto sabiendo que tenemos solvencia, que lo vamos a pagar. Debemos sentirnos felices cuando podemos pagarlas, por poder hacerlo, porque aquello que entregamos lo recuperaremos. Debemos desarrollar una relación positiva con todo eso. Sentirse bien consigo mismo es prosperidad.



¿Cómo es tu casa? ¿Es un lugar en el que te encanta vivir? ¿Es cómoda, alegre? ¿O es incómoda y desordenada? ¿Refleja el amor que le tienes? ¿Y cómo es tu ropa? ¿Sólo te produce molestia? ¿O es algo que te produce alegría porque es un reflejo de ti? ¿En qué estado está tu cuenta bancaria? ¿Eres amigo o enemigo del dinero?



Tú no necesitas la aprobación de nadie para vivir bien. Si consigues que lo que haces funcione ¡disfrútalo! Si tu vida está llena de amor, no hagas caso a lo que te diga una persona triste y sola sobre cómo tienes que llevar tu vida. Sólo escucha consejos de los triunfadores, de la gente que sabe lo que hace, que tiene éxito y que es positiva.



Necesitamos saber que nuestro trabajo es sólo un canal de una fuente infinita. ¿Consideras tu trabajo como algo penoso que debes realizar o lo consideras como algo que te encanta hacer y con el que disfrutas? Todo pensamiento negativo que tengan sobre el dinero está orientado a la pobreza. Es necesario que escuchemos lo que decimos y pensamos, eliminar pensamientos negativos y hacer un hueco para que entren cosas nuevas. “Estoy abierto y receptivo a todo lo bueno. Hoy es un día fabuloso de prosperidad.” Piensa que sólo te van a ocurrir cosas buenas y, generalmente, así será. No huyas de las afirmaciones o hechos negativos, pero no les des poder. Procura que se conviertan en realidades positivas, en afirmaciones positivas: “me va a ir bien”, “se va a solucionar”, “voy a lograrlo”. Una afirmación es como sembrar una semilla en la tierra. No crece inmediatamente, debes nutrirla. Aprendamos a usar nuestra mente, a amarnos y así atraeremos cosas buenas a la vida. Pensemos que lo que tanto deseamos nos está buscando. Nos merecemos lo mejor y estamos dispuestos a aceptarlo... Vamos de éxito en éxito, de alegría en alegría, de abundancia en abundancia... Estamos abiertos y receptivos a todo lo bueno.



No puede estar bien nuestra autoestima si no somos optimistas. El regalo maravilloso que es la vida, se ilumina o se oscurece según nuestro estado anímico, y éste depende muchas veces de nuestra autoestima. La falta de autoestima es una falta de respeto hacia nosotros mismos que repercutirá en nuestra calidad de vida. Somos protagonistas de nuestra victoria. ¡Sin autoestima, la vida es un fracaso! Afecta nuestros sentimientos, emociones, actitudes, pensamientos y acciones o comportamientos. Trabajar la autoestima significa impulsarnos y cambiar. No es fácil pero es factible con decisión, voluntad y perseverancia.



Si creo que puedo y actúo con mentalidad ganadora, alcance o no mis objetivos, mi autoestima será alta. Por el contrario, si mi sentimiento es dubitativo y está confiado a “la suerte”, o al “ojala me ligue”, mi nivel de autoestima será bajo.



“Todo lo que vívidamente imaginemos, ardientemente deseemos, sinceramente creamos y entusiastamente emprendamos, inevitablemente sucederá.” Paúl Meyer



Los síntomas de una baja autoestima están caracterizados por el temor a fracasar, tristeza, baja energía, sensación de inestabilidad emocional, falta de confianza, sentirnos víctimas de las circunstancias y/o despreciables. Todo ese cuadro mental es negativo y nos afecta. Aprende a creer en ti: “¡Yo merezco un mundo mejor! ¡Soy capaz que ocurran cosas positivas en mi vida!”



Derrotistas o ganadores: TODO ES MENTAL. El pensamiento se transforma en actos. La pregunta entonces es: “¿Qué pensamientos estoy sembrando en mi mente? ¿Derrotistas o ganadores? No pretendamos cambiar de la noche a la mañana. Nuestra autoestima, como las plantas delicadas y valiosas, amerita un mantenimiento continuo. A toda edad se puede cambiar.



La culpa: nuestra CALIDAD DE VIDA está relacionada con QUÉ TAN EFECTIVOS RESULTEMOS. No podemos ser efectivos si nos culpamos y criticamos porque esto disminuye nuestra valía, la imagen de nosotros mismos. ¡Si tienes confianza, casi todo es posible! Expectativas negativas = baja autoestima.



¡Sé un vencedor! Tenemos todo el derecho a que nuestra vida sea algo realmente grandioso: “La vida no es un ensayo con vestuario. Es un debut y despedida, tiene una duración definida.” Debemos repetirnos día a día: “Voy hacia delante porque estoy creando lo que me encanta ver. ¡Soy un vencedor!”.



“El auténtico viaje del descubrimiento no consiste en buscar nuevos paisajes, sino en mirarlos con otros ojos.” Marcel Proust.





Autor: Louise L. Hay

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