ECOLOGIA DE LA MENTE

Toda la vida sobre la faz de la Tierra trae un propósito evolutivo lo cual nos lleva a pensar que nada puede considerarse estéril porque aunque la gran mayoría no perciba los propósitos, estos existen y en conjunto están generando un balance integral.

El ser humano constantemente cae en el error de juzgar los efectos porque desconoce las causas y se deja envolver por los egos que lo llevan incluso a erigirse en muchos casos como "maestro" con la supuesta capacidad de hacer crítica de los conceptos de los demás sin darse cuenta de que todos en esta vida estamos aprendiendo y que escogemos diversas formas de hacerlo, unos a través del dolor y otros a través del amor. En conclusión nada debe criticarse mucho menos juzgarse, para eso existe la divina misericordia y la tolerancia con comprensión para asumir un rol realmente de humildad sostenido en el amor compasivo.

Quien se sienta dueño de la verdad, es un necio, envanecido y ciego por la soberbia, grandes soldados de la oscuridad que ensombrecen la luz del alma. Lo que para ti es la verdad no necesariamente para otro tiene que serlo, en realidad con el transcurrir de la vida vamos descubriendo semi-verdades que harán finalmente en conjunto la gran verdad que todos buscamos consciente o inconscientemente.

Cuál es esa gran verdad: Para mí es Dios en el corazón dándonos vida, es el Divino Yo Soy que significa, Dios en mí es. Si esta maravillosa verdad se pretende encontrar en los libros o en los templos o en agrupaciones o escuelas de espiritualidad o de misticismo, tan solo se lograra más confusión y duda, porque la verdad es simple y se basa en el reconocimiento y aceptación de Dios en uno mismo, ¿Puede la parte estar desligada del todo? ¿Puede el todo desconocer a cada una de sus partes? La parte puede entrar en el todo, más el todo no entra en la parte por eso Dios que es el Todo se individualizó en el hombre para sustentar a través de su espíritu la vida. Si le preguntáramos a la parte como es el todo no podría explicarlo, más claro si pedimos ha la uña del dedo meñique que defina al cuerpo, que diría: VEO ALGO MUY GRANDE. Pero si le preguntáramos al Todo (el cuerpo) que puede decir de la uña, definiría con gran claridad y certeza lo que es la uña.

Una célula de nuestro cuerpo le dice al páncreas que genere insulina para procesar en equilibrio el azúcar en el organismo. La pregunta es, cómo una célula microscópica puede hacer ese aparente milagro, siendo que es una mínima parte de nuestro cuerpo y nosotros que somos la totalidad a nivel del cuerpo no podamos dar estas órdenes conscientemente. La respuesta es de que el hombre se ha limitado tanto en su conciencia humana que se alejó de Dios, sin embargo la célula nunca se alejó de EL y permaneció unida a su luz siempre. Esta es la gran paradoja de la vida del hombre que considerado un todo no hace los milagros que hace una pequeñísima parte que es una célula. Nos preguntaremos entonces, por qué sucede esto y sin pretender conocer la respuesta exacta me atrevo a decir: MIENTRAS NUESTRA MENTE ESTE ENFOCADA EN LA DUALIDAD DEL BIEN Y DEL MAL SEGUIREMOS SIENDO SERES HUMANOS BUSCANDO ESPIRITUALIDAD. SI SOLO ENFOCAMOS LA MENTE EN EL BIEN Y LA SOSTENEMOS PERMANENTEMENTE PODREMOS DECIR QUE SOMOS SERES ESPIRITUALES EN UNA EXPERIENCIA HUMANA.

Hermanos la mente nos lleva a grandes alturas pero también nos hace caer a tremendos abismos y es que lejos de aceptar la vida con todo lo que tienen para cada uno de nosotros, nos rebelamos con las cosas que nos suceden, negamos constantemente la naturalidad de las cosas y luchamos absurdamente contra del merecimiento, todo lo que nos pasa, bueno, regular o malo lo merecemos, aquí no existe el castigo ni la fatalidad ni el azar, solo la manifestación de la LEY, causa y efecto. Cuando aprendemos a aceptar la naturalidad de las cosas entramos en un campo de luz que evita tanto dolor innecesario y nos ubica en un plano de armonía, así desaparecen los males o enfermedades, las carencias o ausencia de bienestar.

En una mente dispuesta a generar ideas de armonía solo el bien puede ser atraído, solo la perfección puede manifestarse. Hacer ecología de la mente significa, pensar en el bien y no en el mal, pensar en construir y no en destruir, pensar en el amor y no en la pasión o el odio. Hacer ecología de la mente es vencer a los egos para vivir dentro de los pensamientos puros de la perfección. Hacer ecología de la mente es decir siempre: Tengo, puedo, se, y no caer en la negación que ensombrece el alma y nubla el corazón.

Desde niños nos han ido generando un patrón de conducta ligado a la negación: No toques, no digas eso, no corras, no saltes, no te pongas esa ropa, no comas así, todo es no y cuando el niño crece hará lo mismo con sus hijos salvo que tome real conciencia de cambio, pero así esta nuestra humanidad, por eso vivimos momentos de tribulación y no hay paz interior. La paz interior aparece no ante la ausencia del conflicto sino ante la presencia de la justicia.

HAGAMOS ECOLOGIA DE LA MENTE PENSANDO EN EL BIEN Y NO EN EL MAL, PENSANDO EN CONSTRUIR UN MUNDO MEJOR Y NO EN LA DESTRUCCION DE NUESTRO MUNDO.

(Elard Fernández)